Maladetas, y se acabó...

amanece en la subida hacia Portillones

Increíble el último fin de semana. Entre exámenes, familia y algún asuntillo más, mes y medio sin subir al Pirineo. Queríamos cerrar bien la temporada, y en estos casos el macizo de Maladetas nunca falla, un clásico de final de temporada. 

Salimos el viernes rumbo Jaca, recogimos los trastos y el sábado tras un rato de motor en las calles del Principado de Mónaco, salimos hacia Benasque. Una gozada de viaje, como siempre. Algo más de 2h de curvas atravesando el Pirineo aragonés, con unas vistas de órdago. Es curioso, abrimos la temporada de pista allí, y la cerramos también allí. Uno de estos sitios con visita obligada cada invierno.

matando la tarde por la zona de la Besurta

No había plazas en la Renclusa, por lo que plantamos el coche en la Besurta con la idea de dormir en allí. Encuentro con David, que bajaban del Alba, no hubo suerte con la cima! 

Paseo hacia el refugio para tener claro los desvíos que al día siguiente tocaría hacer de noche, cena express, y a ponerse cómodo dentro del coche. 

4:15 am, desayuno ligero y para arriba...

Amanecemos pronto, vamos muy, muy justitos de entrenamiento, y hay que llegar a una hora decente a Madrid. Los primeros tres cuartos de hora pasan volando, cuando nos queremos dar cuenta hemos llegado a la Renclusa. Más tarde notamos esos 200m extras, se nos hizo eterna la subida a Portillones.

Impagable el amanecer, ver salir el Sol por la cresta del Portillón de Benasque fue espectacular. Romería de gente hacia el Aneto, y unos 20-30 hacia la Maladeta. A partir de 2900 se metió la niebla y de no ser por algún que otro conocido, aún seguimos dando vueltas buscando el corredor de la Rimaya. 

Allí nos quedamos, a ratos se abría el cielo, pero en seguida se volvía a nublar. No era día de cumbre. Allí seguirá, tenemos una cuenta pendiente con la cima. Hay días en los que toca darse la vuelta y el domingo era uno de esos días. A cambio disfrutamos de una señora bajada de 1000 metros de desnivel hasta la Renclusa.

compañero de batallas, me llevó con el gancho puesto toda la mañana...

primeros giros en el glaciar de la Maladeta

increíble la sensación de solitud en este macizo, increíble

últimos tramos de la bajada, jabalineando un poco para aprovecharlos a tope!

Como niños pequeños, hacía tiempo que no me lo pasaba mejor bajando. Daba igual la calidad de la nieve, nada mala por cierto para ser 27 de mayo. Uno de esos días en los que llegas al coche con una sonrisa en la cara pese al dolor de espaldas, el cansancio, el calor...

7 meses de temporada que finalmente se acaba, ahora un último esfuerzo y a disfrutar de un verano legendario. A ver qué le podemos sacar al monte, seguro que muchas cosas. Os dejo el vídeo del día, pocas imágenes, lo más interesante la música...

 Hasta la próxima...