Mazzelsponsor

El día de ayer fue uno de esos días especiales, uno de esos días que nunca quieres que se acaben. Se acabó el curso, se acabó el Bachillerato Internacional.

Desde ayer soy oficialmente preuniversitario, a falta de Selectividad. El duro esfuerzo de estos dos años se ve recompensado ahora, cuando en un papel ves tu nombre y una deseada sílaba, mientras que en tu cabeza solo existe una cifra con dos decimales que te van a llevar lejos.

Y si ya, recibes un mail en el que te informan de que has sido seleccionado como talento Mazzel, se para el tiempo. Sudor frío y un par de re-lecturas de la noticia. Pero sí, así es, el esfuerzo de este invierno se ve recompensado de una manera inigualable, que pone un broche de oro a una temporada magnífica.

Una aportación económica que abre la puerta a muchos proyectos, que por unas causas o por otras iban a seguir en standby. Proyectos que si todo sale bien, se harán realidad la temporada que viene.

Sin duda lo mejor son las palabras de la propia organización de Mazzelsponsor, alguna lagrimilla quería escapar:

Desde el nacimiento de Mazzel, Alvaro ha siempre demostrado sus ganas,  y su dedicación a través de su positivismo y esfuerzo. A través de su destacado perfil, nos ha hecho partícipes de su actividad con fotos y vídeos de una calidad impecable. Además de haber estado siempre compartiendo sus vivencias a través de su blog  redes sociales y su genial sitio web “Soñando en blanco” de forma positiva y original. Un verdadero talento Mazzel. 

Ayer fue un día muy grande, especialmente positivo para mi. De esos que se quedan de alguna manera guardados en la retina para siempre. Hay una frase que no se me ha quitado de la cabeza en estas últimas horas. La leí en un vídeo de Antti Kalhola, Countdown to Victory, y que cada día que pasa pienso que realmente resume en parte mi forma de ser.

Life is short, so just go for it.